Ver producto
Detrás de esa enorme cabeza amenazante, el rape tiene una carne blanca compacta, noble y sabrosa, muy apreciada en la cocina atlántica y Mediterránea. Se presta a preparaciones sencillas como cocido, al horno o a la plancha, y también en salsas y guisos. El rape habita fondos arenosos de las costas europeas y de América del Norte, donde se alimenta de crustáceos y peces de pequeño y mediano tamaño. El apéndice carnoso que sale de su cabeza lo utiliza como cebo para atraer a sus presas, y las dimensiones de su boca y mandíbulas le permite comer peces mayores que él e incluso algún ave marina.
Valoraciones
No hay valoraciones aún.